Hoy, vísperas del Segundo Domingo de Adviento os ofrecemos una lectura de la Palabra de Dios, un momento de oración y reflexión familiar que nos permita preparar más intensamente el camino de la venida del Señor.
Segundo domingo de adviento: La servicialidad en la familia
Para empezar: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Se enciende la vela del domingo anterior, se apagan las luces y se lee el Evangelio de san Marcos 10, 43.45:
No ha de ser así entre vosotros; antes, si alguno de vosotros quiere ser grande, sea vuestro servidor; y el que de vosotros quiera ser el primero, sea siervo de todos, pues tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos.
Vela: Se enciende la segunda vela de Adviento.
Para reflexionar: Guardar unos minutos en silencio y hacer la siguiente pregunta: En nuestro hogar ¿cómo nos ayudamos unos a otros diariamente? Cada miembro de la familia, si lo desea, puede responder en voz alta la respuesta.
Propósitos: Después de la reflexión anterior, cada quien dirá cual será su propósito a cumplir en la semana.
Para orar: Padre, que nos has dado una familia en la que todos nos ayudamos y somos felices, te pedimos bendecir nuestros trabajos y tareas de todos los días para que cumplamos con más ganas y alegría la tarea que nos toca hacer a cada uno de los miembros de esta familia en nuestro hogar. Amén.
Para terminar: Todos los miembros de la familia se toman de las manos y rezan juntos un padrenuestro.
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